CARTA PSICOLOGICA: EL FILOSOFAR DE LOS PROFESORES.

UNIVERSIDAD MICHOACANA DE SAN NICOLÁS DE HIDALGO

FACULTAD DE PSICOLOGÍA

DIDACTICA Y ORGANIZACIÓN ESCOLAR

PATRICIA SERNA GONZALES

ALUMNA: TORRES SUAREZ LIZBETH AMAYRANI. SECCIÓN 05.

CARTA PSICOLOGICA: EL FILOSOFAR DE LOS PROFESORES.

Morelia Michoacán a 21 de marzo del 2017

A ti que me diste la vida, que me has dado miles de lecciones día con día, que me enseñaste a reír aun en los momentos más tristes y que me enseñaste que ser fuerte es cuestión de perspectiva.

Hace unos días me dejaron una tarea sobre el primer tema de la materia. Te cuento, cuando empecé a hacer la lectura no comprendía del todo de qué iba el texto… realmente no le encontraba relación alguna o importancia, pero conforme fueron transcurriendo las palabras y unas cuantas frases celebres, encontré el sentido. Lo primero que me impactó fue “La experiencia reside en la formación personal y profesional” (César, 1990) es como si ese texto lo hubieses escrito tu, sabes.  O al menos la “tu” filosofa que llevas dentro, bueno… muy formal y explicita. Aunque con un tono más frio es una de las lecciones que más me has inculcado. La preparación profesional de la mano de la formación como persona. Creo que podría ser uno de los momentos en los que te puedo expresar que estoy muy agradecida de tenerte en mi vida, y que desde que tengo consciencia me hayas dado lecciones como esta, por ejemplo.

Y es que, como me contaste algunos ayeres y que el autor expresa, también ambos aspectos son importantes, es decir, no se puede dejar uno del otro porque eso eres tú, es tu sentido de identidad, y cada paso que des por mínimo o del ámbito que sea te hará ser cada día diferente, no digo mejor ni peor, sino diferente.

¿Recuerdas tu, cuando te pedí una hermanita? Yo lo tengo presente muy a menudo, y con esta lectura vino a mi mente nuevamente. Yo solo quería una hermanita porque todos mis amiguitos tenían uno, ¿Por qué yo no podría tenerlo? Me comentaste que eso no solo se pedía de un día para otro. Que Dios tenía que escucharnos pedírsela con todas las ganas y con todas las fuerzas, y ahí estábamos las dos implorando que tu deseo como el mío fuesen hechos realidad. Me enseñaste a orar, compartir, a dar, a pedir lo necesario, a ser amable, respetuosa, considerada y tranquila. Sin duda has sido una gran formadora y esto no lo digo sólo yo, sino el autor del texto. Mira, el dice que la formación personal son todas aquellas vivencias o experiencias que la persona tiene, pero que no son del ámbito escolar, es decir, la iglesia a la que íbamos, los pequeños consejos que tanto tu como Mamá Natalia me daban, las lecciones disciplinares de Papá, todo eso son las experiencias que llevan a la formación personal (César, 1990).  Dewey, otro autor muy famoso e importante las llama experiencia autoeducativa (César, 1990). Es muy interesante, ¿Verdad?

Y bueno, aparte de eso, explica que la educación formal corresponde a las instituciones educativas y/o laborales en las que nos hemos involucrado (César, 1990), como tú, que estudiaste en varias escuelas para llegar a ser quien eres hoy. Me da gusto de ello.

También habla del cambio, como un factor necesario para madurar (César, 1990), ¿recuerdas que tuvimos esa conversación cuando estaba en la primaria en el pueblo de la abuela y nos teníamos que venir a la ciudad? Sí, yo también lo recuerdo.

Bueno, me encantaría seguir hablando sobre las experiencias que hemos vivido juntas. Pero tengo mucha tarea de varias materias y se me hace un poco tarde.

En otra ocasión te mandaré otra carta contándote sobre mis clases, espero que coincidan como lo hizo este tema.

Te mando un cariñoso abrazo y beso.

Lizbeth Amayrani Torres Suárez